domingo, 26 de junio de 2016

Bloque II. Textos folclóricos. Selección y adaptación.

Toda clase de pieles

La adaptación que he realizado va dirigida para niños de 5-6 años, es una adaptación que se dirige a una sociedad más actual que a la que va dirigida la versión de los hermanos Grimm. Aquí comienza mi historia: 
El otro día fui a visitar a mis abuelos, estaba aburrida en el sofá y mi abuela me trajo un montón de cuentos que pertenecían a mi madre, pero no me apetecía leer ninguno de ellos. Entonces llego mi abuelo y me contó una historia que nunca antes había escuchado. ¿Quieres que te la cuente? 
Había una vez en un lugar tan lejano como puedas imaginar, dos reyes, los mejores que el mundo había visto jamás, eran la pareja ideal se querían como nadie, se cuidaban y se respetaban, gritaban y mostraban a los cuatro vientos su amor. 
Pero una noche la reina se encontraba apenaba en su habitación, cuando llegó el rey le pegunto que cual era su malestar, a lo que ella respondió que tenía todo el amor del mundo pero que le faltaba un amor especial, incondicional, un amor que ni él podía darle. Necesitaba el amor de una hija. A quien darle lo que más feliz le había hecho a ella en la vida. 
El destino decidió concederle el deseo y a los tres años nació Liber, una niña preciosa, inteligente y luchadora como la que más. Al cumplir los 6 años su madre le regaló lo primero que la había hecho feliz a lo largo de su vida, una pulsera con un pequeño colgante redondo que al abrirlo era un reloj. ¿Por qué un reloj? Porque el tiempo le había llevado a la vida que ella había deseado. 
Cuando llego su décimo segundo cumpleaños le regaló un colgante con forma de corazón. Su corazón y seguir sus deseos la había llevado a tener esa felicidad. Pero al cumplir los 18 años Liber se hacía adulta y su madre le regaló lo que había hecho su vida perfecta, su anillo de casada. 
Pero ese no fue su único regalo por los 18, al ser mayor de edad debía casarse y comenzar a formar una familia, pero Liber no quería, ¡era muy joven para eso!, así que les propuso un trato a sus padres, viajaría alrededor del mundo buscando al hombre que le diera dicha felicidad. 
Ella sabía que para cuando hubiese recorrido todo el mundo y le hubiese encontrado habría pasado mucho tiempo y lo mismo ya sí que querría casarse. Los reyes accedieron con una condición debía llevar consigo siempre una herencia de la familia, ¡un abrigo con toda clase de pieles!, pieles de todos los animales del mundo, así siempre irían con ella. 
Además en su maleta Liber metió sus tres amuletos de la suerte, unos zapatos tan dorados como el sol, otros tan plateados como la luna y otros tan brillantes y relucientes como las estrellas. Con ellos Liber sabía que podía ir a cualquier sitio. 
Y así marcho de palacio llevando consigo exclusivamente la pulsera con el reloj, el corazón y el anillo, sus amuletos: los zapatos tan dorados como el sol, los plateados como la luna y los brillantes y relucientes como las estrellas y como no su abrigo de toda clase de pieles. 
En el camino Liber recordó que siendo princesa no encontraría a ningún hombre que la quisiera por cómo era, ¡todos la iban a querer por su poder!, así que se quitó el vestido con bordados majestuosos que llevaba y se enfundo el abrigo de toda clase de pieles y se ocultó la cara bajo la capucha. 
Liber recorrió toda clase de lugares, países y rincones preciosos, adoraba viajar y conocer mundo, no quería encerrarse en un reino toda su vida. 
Pasaron los años, y en cada rincón conocía a un hombre especial, pero ninguno le daba esa felicidad plena. 
Liber ya estaba apenada porque no encontraba a nadie que la hiciera feliz, además ya no le quedaba dinero para seguir viajando, se sentó en un banco y comenzó a llorar. De repente se acercó una señora elegante y le preguntó que cual era su pena, Liber respondió que no le quedaba dinero ni para comer, la señora le ofreció un trabajo en la cocina de su casa. Liber sabía que era su única opción y accedió. 
Al llegar a la casa de aquella elegante señora resulta que no era una casa era ¡un palacio!, Liber estaba asustada porque no quería que la reconociesen así que decidió seguir ocultándose bajo su abrigo de toda clase de pieles. 
Una noche el jefe de cocina anunció a Toda clase de pieles, apodo que les pusieron los del reino por su atuendo que nunca se quitaba, que el príncipe que vivía en el extranjero llegaba a palacio y que para ello la reina, que era la señora elegante, quería hacerle una ceremonia de bienvenida a la que invitaría a toda la corte del reino.

La noche de la ceremonia Toda clase de pieles le pidió al jefe de cocina permiso para ir al baile, el jefe accedió pero le dijo que tenía que estar pronto en la cocina porque ella sería la encargada de atender al príncipe. 
Toda clase de pieles corrió a su cuarto y se puso un vestido negro y uno de sus amuletos, los zapatos tan dorados como el sol, quería que su amuleto reluciese sobre su vestuario. Se recogió el pelo dejando al descubierto su bello rostro y bajo al salón. 
Al llegar el príncipe bajaron las luces y comenzó el baile, apenas se veía nada pero había algo que relucía sobre el salón, los zapatos tan dorados como el sol de Toda clase de pieles. 
El príncipe conoció a Toda clase de pieles, sin saber quién era se pasaron toda la noche bailando, hablando y riendo. Toda clase de pieles esa noche sentía algo que nunca antes había sentido. Cuando se dio cuenta de la hora que era corrió a su habitación guardo los zapatos y el vestido y bajo a  la cocina, la esperaba el jefe enfadado. 
-          ¡Llegas tarde!, date prisa, tienes que atender al príncipe. Todas las noches se toma un tazón con la mejor leche del reino con 4 galletas doradas, cuando lo tengas llévalo a su habitación. 
Toda clase de pieles aceptó y tras preparar el tazón de leche con galletas introdujo el primer colgante que le regaló su madre, el reloj. Aquel príncipe era lo que más tiempo le había costado conseguir y también necesitaba tiempo para conquistarlo. Al tomárselo el príncipe noto que al final algo sonaba, ¡qué extraño! Pero sin pensarlo cogió el reloj y lo dejo sobre la mesilla, estaba demasiado cansado para pensar y se durmió. 
Al día siguiente el príncipe le pidió a su madre que hiciese otra fiesta invitando a todo el mundo que había anoche, había conocido a la mujer de su vida, había soñado con ella y quería volver a verla, y así fue, como la noche anterior Toda clase de pieles también asistió al baile  pero para este se puso sus zapatos tan plateados como la luna. La noche transcurrió como la pasada, bailaron, hablaron, rieron, cada vez parecía que estaban más hechos el uno para el otro. 
Pero Toda clase de pieles volvió a escapar, corrió a su habitación se volvió a poner su abrigo de Toda clase de pieles y se dispuso a realizar el tazón de leche del príncipe, pero esta vez introdujo en el tazón su corazón. Él le había llevado hasta el príncipe, nunca había sentido nada igual hasta que le conoció. 
El príncipe al tomárselo encontró el segundo colgante, era un corazón, la primera noche podía ser casualidad pero ¿una segunda noche también?, le resultaba extraño y bajó a cocina y le pregunto al jefe de cocina si él había preparado su tazón de leche esas dos noches, el jefe de cocina respondió que si como llevaba haciendo desde que nació.

El  príncipe le pregunto:

-          Entonces si tú lo has hecho sabrás lo que tenía de especial ¿no?
Ante la pregunta el cocinero le respondió:

-          Sí claro, hemos cambiado la leche. 
Pero esa respuesta no convenció al príncipe, se dirigía a dormir cuando pasó por la habitación de su madre, le pidió un tercer baile con la misma gente que los anteriores, había conocido a la mujer de su corazón, la madre aceptó. 
Como las dos noches anteriores el baile comenzó el príncipe se dirigió a bailar con Toda clase de pieles que esa noche se había puesto sus zapatos más especiales, lo que brillaban como las estrellas, la noche transcurrió como las otras dos, pero cuando ya había llegado la hora de irse el príncipe le puso un anillo precioso y único en el dedo a Toda clase de pieles, era el anillo de compromiso de su madre, pero Toda clase de pieles no se dio cuenta. 
Ella corrió a su habitación se cambió y fue a la cocina a preparar la cena del príncipe. Esta vez introdujo en el tazo el ultimo colgante el anillo de boda de su madre. 
Cuando Toda clase de pieles entro en el cuarto del príncipe éste vio el anillo en su dedo, y le preguntó: ¿Realizas tú mi cena todas las noches verdad?, sabe especial y cada noche tiene algo especial, como esta noche. ¿Puedes mirarte la mano?, Toda clase de pieles obedeció al príncipe y vio el anillo que él había puesto en su dedo, al verlo lo escondió rápidamente.

No lo escondas te elegí a ti, desde la primera noche, quise que tu fueras quien lo llevara, quiero que tú seas la mujer que me acompañe a lo largo de mi vida, al igual que tú me has elegido a mí con esta alianza, le dijo el príncipe sacando el anillo que Toda clase de pieles había puesto en su tazón. 
Se acercó a ella y le retiro la capucha del abrigo de toda clase de pieles y allí estaba, ese rostro bello que le había acompañado durante esos bailes y en cada uno de sus sueños. 
Y el príncipe le dijo: ¿Por qué Toda clase de pieles?, a lo que ella respondió: Toda clase de pieles son las que he conocido en mis viajes por el mundo, pero ninguna me había llenado el corazón como lo ha hecho la tuya. 
El príncipe deposito un beso en los dulces labios de Toda clase de pieles, o Liber como se llamaba realmente. Desde aquella noche todo cambió, ellos se casaron y volvieron a recorrer el mundo, pero esta vez para Liber el mundo tenía un color distinto, o tal vez la distinta era ella ya que sentía una felicidad que nunca había tenido. 


Y colorín colorado este cuento quizá nunca ha acabado y ahora eres tú quien tiene que buscar tu propia felicidad. 

Las cosas que he mantenido:
-          Hay dos reyes, una princesa y un príncipe.
-          La princesa tiene que salir de palacio porque no quiere casarse. 
-          Lleva el mismo número de elementos con características similares que en la historia real. 
-          La historia más o menos tiene el mismo transcurso. 
-          Cada personaje mantiene su rol. 
-          La princesa cambia de estatus como en la original. 
-          Los tres bailes y el orden de los objetos. 
Lo que he modificado:
He querido realizar una adaptación un poco más actual. 
- Los objetos vienen en una pulsera y como obsequios por su cumpleaños. 
-          He suprimido la parte de la obsesión del padre por casarse con su hija (incesto) y la muerte de la madre, ya que son temas que es mejor tratarlos de otras formas. 
-          Los elementos que le regala la madre cambian, ya que quería poner objetos que entendiesen mejor los niños y además les quería dar un significado especial algo que echo en falta en la versión de los hermanos Grimm. En cuanto a los vestidos los cambios por zapatos, el por qué, es una tontería, pero parece que los vestidos le hace especial a la princesa, en mi adaptación los zapatos aparecen pero no tienen tanta importancia como la que se da en la versión original, en mi adaptación le doy más importancia a lo que es la princesa no a lo que lleva. 
-          He cambiado lo de la caza y el tiempo fuera de casa por viajes, que al fin y al cabo la lleva al mismo sitio. 
-          En mi adaptación es la madre la que la encuentra para romper un poco con el prototipo de que tiene que ser el príncipe el que la encuentre, es ella la que va a él. 
-          Le he dado un significado a todos los elementos, ya que me gusta en las historias que cada elemento tenga su por qué no que aparezca así como así. También le dan un significado al transcurso de la historia ya que la princesa le da al príncipe sus mayores tesoros, los regalos de su madre. 
-          Los padres tienen un pensamiento más abierto, por lo tanto más actual. 
-          He variado un poco el final para darle un toque personal. 
En lo que creo que he fallado un poco ha sido en la extensión que probablemente sea demasiado largo para la edad a la que va dirigida, pero he pensado que se puede contar en diferentes sesiones y en cada sesión recordando lo que había sucedido en la sesión anterior, así los niños pueden mantener la concentración y no pierden el hilo de la historia.
En general lo he adaptado un poco a la actualidad, la princesa se hace adulta y se debe casar a los 18 cuando se adquiere la mayoría de edad y por lo tanto, el derecho a contraer matrimonio. 
Además he querido variar la versión en cuanto a la belleza de la princesa, romper un poco con el estereotipo de que las princesas triunfan por lo bellas que son y es lo que más resalta de la historia, en mi adaptación es una princesa que sí que es guapa pero destaca su valentía y lucha por lo que quiere.
He elegido esta franja de edad ya que la temática se engloba dentro de los personajes y cuentos fantásticos de hadas, reino y princesas, temas que les llaman la atención en esta etapa.
A los niños de esta etapa les gusta los finales felices y eso es algo que también he mantenido.
En este tramo la capacidad de atención aumenta al igual que la comprensión de textos, cuentan con un vocabulario más extenso y más elaborado, son capaces de comprender frases complejas de los adultos, además de ser capaces de enlazar unas acciones con otras, siguiendo así con más facilidad la trama de la historia.

  •  Fuentes externas:

-LABAJO, I.: Bloque 2, Módulo docente Literatura infantil (2016). Madrid. La Salle 
-LABAJO, I.: Documentación complementaria Bloque 2 de Literatura infantil (2016). Madrid. La Salle 

2 comentarios:

  1. Carolina, me ha parecido muy original el cambio que has realizado de objetos y trayectoria del personaje principal, así como lo que has omitido del incesto y la muerte de la madre, que los niños serían incapaces de asimilar a tan corta edad.
    Felicidades

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  2. Has escrito un cuento precioso, pero has modificado demasiados motivos y funciones. No es una adaptación sino un retelling.

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